Y a petición popular… 🙂
1. El Prezi sobre producción escrita, TIC y juego en el aula de idiomas, que utilicé para mi conferencia del pasado 6 de septiembre y retomé para el taller de esta mañana.
http://prezi.com/rhfuafvi9vsk/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share
Desde luego, no es lo mismo sin la explicación y la discusión, pero les servirá de recordatorio a los asistentes y algunas pistas les dará a los lectores de este blog que no pudieron estar allí.

2. Iba a poner el PowerPoint con instrucciones de escritura pero, tratándose de instrucciones traducidas, prefiero que cada quien busque su propio corpus. Eso sí, anexo la lista de elementos, que ya incluye las sugerencias de los participantes:
- Tipo de texto.
- Destinatario.
- Intención.
- Longitud.
- Tiempo.
- Soporte.
- Formato.
- Apoyos, en su caso.
- Criterios de evaluación.
- Formulación lo más unívoca posible.
Para que los alumnos no pongan cara de Malfalda 🙂 (no logro en este momento cargar archivos, tendrán que buscar la imagen por su cuenta)
3. Y, finalmente, la leyenda japonesa sobre los regalos no aceptados…
Leyenda japonesa
Había una vez en el antiguo Japón, un viejo samurái ya retirado que se dedicaba a enseñar el arte de la meditación a sus jóvenes alumnos. Corría la leyenda de que, a pesar de su avanzada edad, todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Cierto día apareció por allí un guerrero con fama de ser el mejor en su género. Era conocido por su total falta de escrúpulos y por ser un especialista en la técnica de la provocación. Este guerrero esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y después, con una inteligencia privilegiada para captar los errores del contrario, atacaba con una velocidad fulminante. Nunca había perdido un combate.
Sabiendo de la fama del viejo samurái, estaba allí para derrotarlo y así aumentar su propia fama de invencible. El viejo aceptó el reto y se vieron en la plaza pública con todos los alumnos del anciano y la gente del lugar.
El joven empezó a insultar al viejo maestro.
…
Le escupió, tiró piedras en su dirección, lo ofendió con todo tipo de desprecios a él, sus familiares y sus antepasados. Durante varias horas hizo todo para provocarlo, pero el viejo maestro permaneció impasible. Al final de la tarde, exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró.
Los discípulos corrieron hacia su maestro y le preguntaron cómo había soportado tanta indignidad de manera tan cobarde sin sacar su espada, asumiendo el riesgo de ser vencido.
-Si alguien te hace un regalo y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo? -preguntó el samurái.
-A quien intentó entregarlo -respondió un discípulo.
-Pues lo mismo vale para la rabia, la ira, los insultos y la envidia –dijo el maestro-: cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.
Moraleja
Tu paz interior depende exclusivamente de ti.
Las personas no pueden quitarte la calma, a menos que sólo tú lo permitas.
Mea culpa, no conservé el enlace original. La leyenda aparece en varios sitios en la red, pero preferí ponerla aquí en mi versión, ya libre de ciertos errorcillos de redacción.
¡Que ustedes y sus alumnos disfruten escribir, aprender y jugar!