El río exótico

Había un hombre de cinquenta años que vivía en una casa pequeña. Estaba cerca de un pueblo donde creció rodeado de su familia. Solía ir a pescar al río exótico a cinco minutos de su casa. Era un lugar donde podía observar múltiples animales. Desde que tenía veinte años, pescaba todos los días, incluso con fuerte calor o cuando nevaba. 

El doce de enero de 2002, el pescador partió con su barca y su remo para llegar al río. Una vez allí, la lluvia cayó y la tormenta empezó a retumbar. ¡Esto no lo detuvo! Encontró muchos peces, todos igualmente hermosos. Después de dos horas de remo, distinguió a lo lejos una figura muy grande. Se adelantó, intrigado por esta joven triste que le parecía inmensa. Cuanto más se acercaba,   más se asombraba de lo que veía. Una vez que se acercó a ella, le hizo un montón de preguntas. Luego, supo que esta mujer fue rechazada por su familia y sus amigos por su tamaño. De hecho, era tan grande como un edificio de cuatro pisos. El único lugar donde se sentió bien fue cerca de este río con hermosos colores. El pescador decidió entonces ayudarla y le presentó una solución para hacerla feliz. Sugirió que le construiría una cabaña grande donde pudiera quedarse e hiciera calor. Además, le traería todos los días buenas comidas y le haría compañía. La mujer sonrió al pescador y le agradeció  del fondo de su corazón por ayudarla y no juzgarla.

Unos años después, los dos amigos se veían siempre y pasaban maravillosos momentos alejados de la mirada de los habitantes.

Cléo, 1° de ESO