Había una vez una sirena que se llamaba Adriana. Vivía en una mar, que nadie había descubierto, con su madre y sus grandes hermanas. Su familia era la familia real del reino bajo el mar. Era la pequeña y la última princesa. Hasta sus quince años, las hermanas de Adriana fueron amables con ella. El día de su cumpleaños los dos hermanas empezaron a estar celosas entonces la mayor, María no quería que la gente la viera porque era demasiado hermosa y la otra, Nora, le dava cosas malas de comer para que se volviese fea. Estaban principalmente celosas de la belleza de Adriana pero también su inteligienca y su madurez las irritaban. Bruscamente, en la mañana de su cumpleaños Nora tiró tinta en el pelo de Adriana. Y la pequeña princessa tuvo el pelo negro todo el día. Vivió durante uno años en una farsa que no era divertida todos los días. Su madre murió algún tiempo después y su hermana mayor fue por lo tanto, reina. Prohibió a su hermana salir. Pero un día Adriana salió y fue ver la gente del reino. Todo el mundo fue feliz excepto los dos hermanas. Finalmente Adriana contó toda su vida y al cabo de un año se convertió en Reina.
Eléna, 1º de ESO
Sirena, KELLEPICS, 30 junio 2019, https://pixabay.com/fr/illustrations/fantaisie-sir%c3%a8ne-dauphin-l-eau-4307754/ (CC-SA-ND)