LA TERTULIA

El 17 de junio era la fecha del comienzo de las vacaciones de verano. Aunque, era solo el comienzo, había preparado mi maleta immediatamente. Cada año, solíamos ir a la playa, pero esta vez, mis padres decidieron reservar una casa en la montaña. Así, nos fuimos al día siguiente. Una hora más tarde, habíamos llegado a ese lugar paradisíaco, aislado del mundo y del tráfico. La propietaria nos hizo descubrir la finca. Durante la visita, mi sentimiento de alegría y de excitación habían desaparecido. Más avzanzábamos en la visita, más asustada estaba en ese lugar oscuro y misterioso. Luego, la noche cayó. Tenía sed y calor. Entonces, decidí ir a buscar un vaso de agua a la cocina. Al momento de bajar las escaleras, una voz femenina me atrajo hacia la puerta. Al abrir la puerta de la cocina, un gran haz de luz azul apareció. ¡Era sobrenatural e inexplicable para describirlo! La voz me siguió en las diferentes partes de la casa. ¡Era insoportable y opresivo! Franqueé del marco en la puerta y pasé del otro lado. Estaba aun más sorprendida,  seguía en la misma habitación, pero al mismo tiempo, una muchacha estaba preparando el pan enfrente de mí. Me acerqué suavemente a ella, cuando de repente se volvió y me dijo de viva voz que me esperaba. Para empezar, se presentó: su nombre era María después aterrizó en 1951. Y de repente, un gran hombre vino a apuñalarla  por detrás. Mis lágrimas fluían y finalmente, me dijo que tenía que mirar una carta se encontraba debajo del suelo, detrás de mi cama. Salí corriendo de la cocina y pasé al otro lado de esta extraña y mágica puerta. Después, sequé mis lágrimas, volví a mi habitación y leí la carta de María. En su carta, había pruebas para encontrar a su asesino. Pronto, me di cuenta que ¡tenía pruebas que los investigadores no habían tenido en 70 años de investigación…!

Lorine, 1° de Bachillerato

La casa, Gabriel Storno, 2011, https://www.flickr.com/photos/amiguet/5502629722  (CC BY-NC-ND 2.0)

Underwater city, Akela73, https://www.lovethispic.com/image/119031/underwater-city (CC-BY)

Como todos los días, decidí pasear por el río. Fluyó en medio de un bosque pacífico, fuera de la vista. En este hermoso día, decidí bañarme allí. Cuando puse mi cabeza debajo del agua, sentí que algo era diferente de los otros días, pero no pude decir qué. Por añadidura, vi una gran cavidad en el río, que nunca había visto. Me sorprendió ver una cavidad tan grande en un río tan pequeño. Decidí irme. El agua era muy clara y sorprendentemente pude respirar. No me sorprendió ver peces, aunque eran extraños. Tenían orejas, otros patas o cola. Contrariamente a mis expectativas, vi otros humanos. Como yo, podían respirar. Algunos tenían peces como mascota. Me hicieron descubrir el lugar y los habitantes. Había una ciudad submarina. Los habitantes eran muy acogedores. No había visto un lugar tan grande y maravilloso. Me parecía gracioso ver que los acuarios eran cajas de aire, con pequeños animales terrestres. Era como si todo estuviera patas arriba. Las habitaciones eran grandes con decoración de flora submarina. Después de dos horas de exploración de este lugar mágico, llegó la hora de volver al mundo terrestre. Fue difícil volver de esta inmensa cavidad. Al final, fue una luz, que se fue al cielo. No pude enseñar esta ciudad a mis amigos porque había prometido a los habitantes no hablar de esta ciudad ni de ellos.

Guillem, 1° de ESO

Aquí está, el día de la mudanza por fin había llegado. A última hora de la mañana, acababa las últimas cajas apiladas en mi cama. Al terminar las cajas, me di cuenta que mi vida iba a cambiar: una nueva casa, una nueva escuela y nuevas amigas. En realidad no sabía porque nos marchábamos, mis padres evitaban el tema. Seguían repitiéndome que entedería más tarde. Pocas horas después, toda nuestra vida cabía en un solo y gran camión.

Después de algunas horas de coche, llegamos a una casa gigante al lado de un bosque que se parecía a unos de mis sueños. Empezamos a desempaquetar las cajas. Unos días después ya estábamos instalados, no podía dormir hacía mucho frio, fue una noche de luna de llena. Sin darme cuenta, me encontré delante del bosque oscuro y espeluznante. ¡Tenía miedo! no sabía por qué, pero me sentí obligada a adentrame en el bosque porque un olor familiar se despredía, un olor de fuego. Era una sensación extraña; estaba como hipnotizada. Llegué a una especie de prado, vi una docena de personas que se agruparon en torno a un fuego y para mi sorpresa, vi a mis padres. Caminé con discreción y extrañamente, mis padres tenían los ojos amarillos con colmillos. Parecían hombres lobos. ¿ Estaba soñando?

Camille, 1° de Bachillerato

Fuego, mikkooja1977, 2020, https://pixabay.com/fr/photos/feu-de-camp-feu-camp-flammes-5276844/ (CCO)

Había un hombre de cinquenta años que vivía en una casa pequeña. Estaba cerca de un pueblo donde creció rodeado de su familia. Solía ir a pescar al río exótico a cinco minutos de su casa. Era un lugar donde podía observar múltiples animales. Desde que tenía veinte años, pescaba todos los días, incluso con fuerte calor o cuando nevaba. 

El doce de enero de 2002, el pescador partió con su barca y su remo para llegar al río. Una vez allí, la lluvia cayó y la tormenta empezó a retumbar. ¡Esto no lo detuvo! Encontró muchos peces, todos igualmente hermosos. Después de dos horas de remo, distinguió a lo lejos una figura muy grande. Se adelantó, intrigado por esta joven triste que le parecía inmensa. Cuanto más se acercaba,   más se asombraba de lo que veía. Una vez que se acercó a ella, le hizo un montón de preguntas. Luego, supo que esta mujer fue rechazada por su familia y sus amigos por su tamaño. De hecho, era tan grande como un edificio de cuatro pisos. El único lugar donde se sentió bien fue cerca de este río con hermosos colores. El pescador decidió entonces ayudarla y le presentó una solución para hacerla feliz. Sugirió que le construiría una cabaña grande donde pudiera quedarse e hiciera calor. Además, le traería todos los días buenas comidas y le haría compañía. La mujer sonrió al pescador y le agradeció  del fondo de su corazón por ayudarla y no juzgarla.

Unos años después, los dos amigos se veían siempre y pasaban maravillosos momentos alejados de la mirada de los habitantes.

Cléo, 1° de ESO

En el siglo XIV Sevilla era una de las más hermosas ciudades del Reino de Castilla, había casas muy bien decoradas, gente tan amable que los habitantes de las otras ciudades abusaban de ellas; había también muchos bailes casi todas las semanas. A uno de estos bailes el Rey no se sintió bien, todo el mundo pensaba que estaba muriéndose, incluso él. Entonces decidió casar a su hija, la princesa Angelina, para tener un sucesor. Al día siguiente, los pretendientes se presentaron al palacio. Eran al menos cien, pero solo uno de todos estaba realmente enamorado de la princesa, el caballero Octavio. Como los días del Rey estaban contados, unos duelos estuvieron organizados y el ganador de todos sus duelos podría casarse con Angelina. Octavio no estaba muy contento de esta noticia porque era el peor caballero de Sevilla, nunca ganó un duelo incluso en un entrenamiento. Para entrenarse Octavio decidió irse a una cueva. Al llegar encontró un zorro, como era miedoso, Octavio retrocedió y tembló. Pero el zorro continuó avanzando hacia él, Octavio empezó a correr pero el zorro dijo “Espera, no tengas miedo Octavio”. Octavio se paró porque nuca había encontrado un zorro que hablaba, estaba muy sorprendido y dijo al zorro “¿Cómo conoces mi nombre y cómo es posible que hables ?” el zorro le dijo que no prestase atención a eso. El zorro le dio una espada mágica que le permitió ganar todos sus duelos y entonces el corazón de la princesa. Octavio no entendió todo lo que pasaba pero partió para ir a los duelos. Al comenzar, los duelos, Octavio tembló un poco porque nunca había combatido con una espada mágica, por más que lo intentó controlarla solo lograba sostenerla en sus manos. Octavio había ganado todos sus duelos y el Rey aceptó casar a su hija con él. Al casarse, Angelina se enamoró de Octavio sin quererlo, por más que intentió no mostrar sus sentimientos solo lograba no confesarlos. Después de la boda, Angelina y Octavio fueron muy enamorados pero el Rey murió y se volvieron el Rey Octavio y la Reina Angelina.

Julie, 1° de Bachillerato

Como todos los Miércoles estaba en el sofá del salón leyendo un libro. Mi reloj, estaba sobre la mesa delante de la chimenea a la derecha del piano. Solía leer libros sobre la antigüedad como: el descubrimiento de continentes. Una vez que terminé mi libro fui a sentarme delante de la chimenea. Me pregunté en voz alta como sería conocer a alguien de esa época. Vi que mi reloj empezaba a brillar. Entonces un hombre apareció  frente a mí. No lo podía creer. Este hombre parecía provenir de otra época, me dijo que era uno de los Europeos que descubrió América. Pasé gran parte del día haciéndole preguntas sobre lo que había visto en América y sus orígenes. Pero lo que me estaba diciendo no tenía nada que ver con lo que decía en mis libros. Me pregunté en voz alta: ¿Porque las informaciones de mis historias no son las mismas? Luego, mi reloj empezaba a brillar de nuevo para revelar a una segunda persona. Me explicó todo lo que sabía sobre los autores de esa época:  los Europeos que querían sentirse superiores … Así que tuve mis respuestas. Pero, ¿Cómo este reloj podía revelar personas de otras épocas ? La única respuesta que obtuve fue: El tiempo tiene memoria.

Chloé 1° de ESO

Reloj, Isabelle Grosjean, 19/03/2004, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:MontreGousset002.jpg (CC-BY-SA)

Unos años antes, había ido a la venta de artículos con mi abuela que iba muy a menudo. Ese día, mientras lo acompañaba, observando objetos antiguos, me sorprendí mirando durante mucho tiempo un viejo reloj de madera. Después de una gran vacilación, decidí comprarlo. Honestamente, estaba perpleja y indecisa porque aunque ese reloj era hermoso, no entendía el motivo que me impulsó a compralo. Pasaron los días y había notado algunos cambios bastante extraños en mi casa. Algunos objetos no estaban en el mismo lugar cuando me iba o volvía como si durante mi ausencia, los objetos se movieran. Por ejemplo, una noche, antes de acostarme, estaba leyendo uno de mis libros favoritos. A continuación lo puse en mi mesita de noche. Al día siguiente, antes de ir a trabajar, como tenía un poco de tiempo, decidí seguir leyendo y al salir lo puse sobre la mesa del salón. Sin embargo cuando llegué a casa, el libro estaba en la mesita de noche. Esto habla sucedido muchas veces, también con otros objetos desde la compra de este reloj. Finalmente, un poco más tarde, tomé la decisión de volver a ver a la persona a la que se lo había comprado el reloj. Ella me explicó que el reloj remontaba el tiempo. Por eso los objetos de mi casa se movían.

Ilona, 1° de Bachillerato

Esa mañana, había ido a la venta de artículos usados para comprar nuevas  cosas. Cuando vi ese espejo, supe que tenía que comprarlo. Cuando quise verme, vi a un hombre. De manera extraña, ese hombre se parecía a mi doble. Pensé que no podía verme y que estaba soñando. Cuanto más tiempo pasaba, el mundo se volvía cada vez peor, los desastres meteorológicos se multiplicaban. Poco a poco, mi doble estaba en un desierto muy sombrío. Tenía que salvarlo porque su vida estaba ligada a la mía. Decidí llamar a mi doble « Calavera » porque se transformaba en cadáver. Noches y días pasaban sin buena información. No sabía cómo salvarlo. De manera mágica, durante la noche, tuve una visión donde mi Calavera me decía que no podía vivir enfrente de mi reflejo. Gracias a su intervención, supe que tenía que vender este espejo para salvar al mundo de su destrucción. El futuro de mi mundo despendía de su vida.

Candice, 1° de Bachillerato

Calavera, 2019, creatifrankenstein
https://pixabay.com/fr/photos/cr%C3%A2ne-miroir-horreur-effrayant-4248008/
(CCO)

Para mi cumpleaños, mi madre me había comprado un reloj. Cuando lo abrí me sorprendió su apariencia. El reloj era de oro y muy pesado. Cuando la puse en mi muñeca, sentí algo inusual y pegajoso. Me dije a mí mismo que no era nada. El reloj estaba puesto a las cuatro y media de la tarde. La puse a la hora actual que eran las dos y cuarto de la tarde. El día también no estaba puesto correctamente. Tenía tres días de retraso : estábamos el cuatro de marzo pero en el reloj ponía el primero de marzo. Cuando giré el dial, me sentí un poco extraño. Entonces, oí que mis padres estaban abajo. Les pregunté cómo habían llegado tan rápido. Me dijeron que no habían llegado ya que nunca se habían ido. Un poco después, descubrí que el reloj podía controlar el tiempo. Me dije a mí mismo ¿qué podía hacer con este poder? ¿Podría cambiar el futuro y mejorar mi vida? Pero podría también cambiar el presente. Empecé a pensar qué podría hacer con este reloj mágico.

artellliii72, 2020 https://pixabay.com/fr/photos/mousse-montre-temps-belle-magie-5166302/ (CCO)

Desde este trágico accidente, vivía sola con mi madre. En efecto, fue difícil al principio aceptar lo que había pasado. Afortunadamente, en ese momento, estaba mejor. Solía disfrutar la vida en cualquier situación.
Durante la tarde del 31 octubre, al tener 16 años, había pasado horas admirando el cielo y el sol ponerse para la última vez del año con horario de verano. Al día siguiente, mi madre me pidió cambiar la hora de todos los relojes. Lo hice. Sin embargo, dudé al momento de cambiar la hora del reloj de bolsillo de mi padre. Después de girar la aguja para retroceder de una hora, me sentí invadida por una sensación pesada e inquietante, una sensación de saber lo que estaba sucediendo.
Entonces, entró e incluso se detuvo delante de mí. Lo observaba con sorpresa y asustada de verlo aquí. Durante los minutos siguientes, pronunció las últimas palabras que me había dicho antes de quitar el mundo real. No respondí. Aunque, bajé la cabeza para llorar mi dolor y en aquel momento noté que no llevaba la misma ropa. Estaba vestida con mi túnica favorita de cuando tenía 5 años. Fue entonces cuando fui testigo del asesinato de mi padre.

Marion, 1° de Bachillerato

Dibujo realizado por Marion, 30 marzo 2021 (CC-BY-SA-ND)

Un día de primavera donde el sol estaba presente, salí y vi una paloma que dejaba un rastro como polvo de estrellas. Seguí esa paloma, vi el universo de mi infancia con juegos y otros elementos. Ese olor reflejaba mi niñez, jugaba con los animales que buscaba en el jardín y cantaba con la naturaleza. Me dije que esa infancia existía de verdad : sirenas, hadas, … todo estaba aquí : en el mundo de mi infancia. Este mundo fue la realidad con la que crecí y donde desarrollé mi espíritu, con la magia inocente de la niñez. El realismo y la magia estaban mezclados en este mundo. Cuando ese momento de alegría comenzó a desaparecer poco a poco, volví a la realidad y mi infancia desapareció.

Ilona, 1° de Bachillerato